SIN LIBERTAD
SINDICAL, NO HAY LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Hace
tiempo que los trabajadores de prensa vienen denunciando que dentro del grupo
Clarín hay un territorio empobrecido de legalidades democráticas, derechos
constitucionales, derechos laborales y profesionales. Una patronal autoritaria
y vertical que impone las reglas y sus contratos de miedo.
Es
por eso, que este 15 de noviembre, se lleven a cabo las elecciones de la Comisión Interna
de los trabajadores del grupo Clarín después de 12 años. Es un acontecimiento
digno de ser valorado y defendido. En estos momentos que vive la democracia
argentina, se ponen en discusión la legitimidad de las nuevas
reivindicaciones por la igualdad económica y la exigencia de nuevos derechos
sociales. Pese a la campaña que llevó adelante AGEA esta semana contra los
compañeros por haber avanzado este año en un proceso fundamental para recuperar
sus derechos a la organización sindical, nos pronunciamos en apoyo de los
trabajadores de prensa, en quienes tenemos profunda confianza a la hora de
buscar una superación del modelo de manipulación de conciencias y de
explotación capitalista salvaje que impone la matriz editorial del grupo
Clarín.
Creemos
en la importancia inestimable de las voces de los trabajadores para la
profundización del proceso democrático, nacional, popular y
plural. Desde este enfoque se pueden redimensionar y hacer justas las
luchas obreras.
Asimismo,
vemos con preocupación el desprecio a la ley de Medios y las instituciones
democráticas por parte del ya citado grupo económico Nos oponemos a
la concepción autoritaria, anti-popular y corporativa del monopolio
que atenta contra la perspectiva democrática, la soberanía popular y contra los
trabajadores de los medios audiovisuales y gráficos en la Argentina.
El
cinismo característico de Clarín intenta interpelar a los ciudadanos para
generar disyuntivas y así consumar el descontento con el objeto de desconocer
las leyes, demonizar a los trabajadores e imponer mediante sus artilugios de
imprenta su voluntad mediática y económica, siendo funcional a los intereses de
los grupos económicos dominantes sean estos foráneos o nacionales.
El
grupo Clarín no ha hecho otra cosa que cercenar derechos y deslegitimar las
reivindicaciones obreras. Ha levantado su imperio mediático de la manera más
espuria y terrible. Es el elocuente manifiesto de la tirria y el oprobio.
¡¡¡Sin libertad sindical no hay libertad de expresión!!!
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