A Néstor carajo!!!!
Por qué te lloran los humildes? Será porque muchos de ellos en la asignación universal por hijo, en las cooperativas, en los plantes de vivienda, recuperaron la esperanza y la dignidad que los gobiernos anteriores les arrebataron sin escrúpulos.
Porque te lloran los trabajadores? Será porque a partir del 2003 se reabrieron las paritarias y la discusión salarial permitiéndole al movimiento obrero organizado luchar por salarios más justos.
Porque te lloran los movimientos sociales? Será porque a partir de este gobierno fueron reconocidos como parte fundamental de un proyecto de país más justo e igualitario.
Por qué te lloran los músicos, los actores, los periodistas, los intelectuales? Será porque con la nueva Ley de Medios, esa que tanto defendiste frente a los embates del monopolio mediático, recuperamos nuestro derecho a la palabra, a decir y a ser escuchados.
Porque te lloran los presidentes latinoamericanos? Será porque fuiste un soldado de la causa latinoamericana y luchaste por una Patria Grande, la misma que soñaron Bolívar, San Martín, el Che y Perón.
Por qué te lloran nuestros viejos? Será porque muchos de ellos que laburaron toda su vida sin la posibilidad de brindar aportes y siendo ninguneados por los gobiernos de turno hoy gozan de una jubilación que les permite vivir dignamente.
Por qué te lloran tantos jóvenes? Será porque este gobierno nos brindó la posibilidad de recuperar los espacios de participación y militancia y volver a creer en la política como herramienta de transformación.
Por qué te lloran las madres y abuelas, los compañeros e hijos de desaparecidos? Será porque después de tanto indulto, tanta obediencia de vida, tanto punto final, hoy los secuestradores, los torturadores y los genocidas están sentados en el banquillo de los acusados, siendo juzgados por la historia, la justicia y el pueblo.
Con aciertos, con errores, con contradicciones, las mismas que tiene cualquiera, Néstor Kirchner encabezó un proyecto de país, que hoy sigue en pie y más vivo que nunca.
Sin duda los sectores populares estamos profundamente dolidos y eternamente agradecidos. Y los miles de compatriotas que expresaron su dolor a través de una palabra de aliento, de una lágrima o de un silencio despejan cualquier tipo de duda.
Hay que decirlo sin vacilaciones. Los pobres estamos de luto. Los morochos, los negros, los cabecitas negras lloramos la perdida de un líder, ese mismo líder que pese a quien le pese le devolvió la esperanza, las ganas de luchar y de creer a millones de Argentinos.
Y es por eso, también, que hoy no te lloran los poderosos; ni la UIA y la Sociedad Rural; ni los grupos económicos concentrados; no te lloran las corporaciones mediáticas. No te lloran esos periodistas, políticos, voceros y representantes del coloniaje. Y en esto hay que ser claros y decirlo sin vacilaciones. Los “privilegiados de siempre” festejan tu muerte en sus lujosas casas. Festejan, pero con cuidado y sin tanto alarde. Porque en el fondo tienen miedo. “Néstor Viven en el pueblo la puta madre que lo parió” gritaban los morochos en las calles. Y lo gritaban así, a su manera, sin cuidar las formas ni estilos, sin tanto rodeo intelectual, descamisados y con las remeras tapando sus cabezas partidas por el sol, esperando entrar al Salón de los Patriotas Latinoamericanos para darle una palabra de aliento a nuestra presidenta. Eso los aterra, los paraliza. Porque cuando un líder ingresa en el imaginario popular y se encarna en la lucha de todo pueblo los privilegios para unos pocos tienen fecha de vencimiento.
Porque te lloran los trabajadores? Será porque a partir del 2003 se reabrieron las paritarias y la discusión salarial permitiéndole al movimiento obrero organizado luchar por salarios más justos.
Porque te lloran los movimientos sociales? Será porque a partir de este gobierno fueron reconocidos como parte fundamental de un proyecto de país más justo e igualitario.
Por qué te lloran los músicos, los actores, los periodistas, los intelectuales? Será porque con la nueva Ley de Medios, esa que tanto defendiste frente a los embates del monopolio mediático, recuperamos nuestro derecho a la palabra, a decir y a ser escuchados.
Porque te lloran los presidentes latinoamericanos? Será porque fuiste un soldado de la causa latinoamericana y luchaste por una Patria Grande, la misma que soñaron Bolívar, San Martín, el Che y Perón.
Por qué te lloran nuestros viejos? Será porque muchos de ellos que laburaron toda su vida sin la posibilidad de brindar aportes y siendo ninguneados por los gobiernos de turno hoy gozan de una jubilación que les permite vivir dignamente.
Por qué te lloran tantos jóvenes? Será porque este gobierno nos brindó la posibilidad de recuperar los espacios de participación y militancia y volver a creer en la política como herramienta de transformación.
Por qué te lloran las madres y abuelas, los compañeros e hijos de desaparecidos? Será porque después de tanto indulto, tanta obediencia de vida, tanto punto final, hoy los secuestradores, los torturadores y los genocidas están sentados en el banquillo de los acusados, siendo juzgados por la historia, la justicia y el pueblo.
Con aciertos, con errores, con contradicciones, las mismas que tiene cualquiera, Néstor Kirchner encabezó un proyecto de país, que hoy sigue en pie y más vivo que nunca.
Sin duda los sectores populares estamos profundamente dolidos y eternamente agradecidos. Y los miles de compatriotas que expresaron su dolor a través de una palabra de aliento, de una lágrima o de un silencio despejan cualquier tipo de duda.
Hay que decirlo sin vacilaciones. Los pobres estamos de luto. Los morochos, los negros, los cabecitas negras lloramos la perdida de un líder, ese mismo líder que pese a quien le pese le devolvió la esperanza, las ganas de luchar y de creer a millones de Argentinos.
Y es por eso, también, que hoy no te lloran los poderosos; ni la UIA y la Sociedad Rural; ni los grupos económicos concentrados; no te lloran las corporaciones mediáticas. No te lloran esos periodistas, políticos, voceros y representantes del coloniaje. Y en esto hay que ser claros y decirlo sin vacilaciones. Los “privilegiados de siempre” festejan tu muerte en sus lujosas casas. Festejan, pero con cuidado y sin tanto alarde. Porque en el fondo tienen miedo. “Néstor Viven en el pueblo la puta madre que lo parió” gritaban los morochos en las calles. Y lo gritaban así, a su manera, sin cuidar las formas ni estilos, sin tanto rodeo intelectual, descamisados y con las remeras tapando sus cabezas partidas por el sol, esperando entrar al Salón de los Patriotas Latinoamericanos para darle una palabra de aliento a nuestra presidenta. Eso los aterra, los paraliza. Porque cuando un líder ingresa en el imaginario popular y se encarna en la lucha de todo pueblo los privilegios para unos pocos tienen fecha de vencimiento.
Augusto Campos
Juventud De Frente
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